Por Favor, Cállennos

Los acontecimientos políticos del 2018 en Perú parecen escritos por un guionista alcoholizado y maquiavélico de una serie de Netflix. En esta última temporada, los villanos fueron apresados, aparecieron audios que desnudaron la corrupción en el sistema judicial y nuevos héroes populares (con traje de fiscal) surgieron en escena. Durante este año un presidente renunció y uno nuevo salió de entre las sombras para darle esperanza al pueblo de forma momentánea. Elegimos nuevas autoridades (con resultados imprevisibles, en unos casos, y destestable, en otros ) y fuimos a Rusia con sed de gloria. Ahí intentamos soñar en el Mubdial con el capitán Guerrero pero al final la realidad (como siempre) se estampó contra nuestra cara. También se fue de cara contra el piso un ex presidente que quiso huir a Uruguay pero terminó atrapado en medio de sus medias verdades. El año que acabó nos deja un panorama incierto e inestable. Constatar que lo que sucede en esta república adolescente es mucho más extraño que la ficción es re