Informações:

Sinopsis

Cuando salen noticias sobre alguien que se ha enamorado de un robot o de un muñeco siempre hacemos bromas, pero ¿Es tan descabellado amar a una máquina? ¿Es tan extraño sentir afecto por algo que no está vivo? ¿No entendimos a Tom Hanks cuando gritaba a Wilson? Hoy reflexionamos sobre la capacidad de proyección afectiva que tenemos los seres humanos y eso nos lleva a hablar sobre bebés Reborn, burdeles de muñecas, viudos virtuales y sobre qué elegimos antes si somos honestos: nuestro smartphone o la felicidad de un primo tercero. Pasen y disfruten de otra apasionante entrega de El Futuro Era Mejor.