El Dragón invisible

De un modo u otro, el mero hecho de pronunciar su nombre provoca inquietud y curiosidad a partes iguales. Su sombra es alargada y sus oscuras intenciones parecen mover las fichas del tablero geopolítico con un único objetivo: el gobierno mundial. ¿Sabéis ya de quiénes hablamos? Nuestros protagonistas de esta semana perseguían la mejora y el perfeccionamiento del mundo a través de unos valores que cambiarían la Historia: libertad, igualdad y fraternidad. Valores que se convirtieron en la bandera del movimiento ilustrado en la segunda mitad del siglo XVIII. Pero, para cambiar el mundo, la mejora y el perfeccionamiento de sus miembros era el primer paso, para después ocupar puestos relevantes en diferentes estratos sociales y alcanzar su anhelado objetivo: “La victoria de la virtud y la sabiduría sobre la estupidez y la malicia”, tal y como escribió su enigmático fundador. Debían actuar como una sociedad secreta: ninguna de las enseñanzas podía ser divulgada. Las más importantes estaban reservadas para los rang